viernes, 4 de diciembre de 2009

Top manta

Los manteros venden en la calle lo mismo que muchos nos bajamos de internet o copiamos con nuestros ordenadores. Como vendedores ambulantes, son el último eslabón de la cadena de pirateo y fabricación de artículos de imitación. No engañan a sus compradores: ellos saben perfectamente que no compran originales sino copias no autorizadas. Con esta actividad, no ganan mucho dinero: lo justo para sobrevivir. ¿Quién se cree que estén empobreciendo a las discográficas, las grandes distribuidoras de cine o las grandes marcas? ¿Es justo ingresarles hasta dos años en prisión o expulsarles con prohibición de entrada en cualquier país de la UE de hasta 10 años?

Más información aquí

2 comentarios:

luis dijo...

A propósito, releyendo a José Emilio Pacheco en estos días encontré este poema:

Indeseable

No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de edad.
Provengo de un país que ya no existe.
Mis papeles no están en orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de admisión.
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para siempre.
Carezco por completo de influencias.
Llevo aquí en este mundo largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya es hora
de callarme y hundirme en la basura.

Envidiarte dijo...

El arte como reflejo perfecto de la realidad ;)

Related Posts with Thumbnails